Global Journal of Human Social Science, C: Sociology and Culture, Volume 21 Issue 5

en contacto cuando termina el programa. Se forma lo que se conoce como grupo de “autoayuda”. Es un grupo de iguales, en este caso mujeres y sus parejas al final de la gestación, que se conectan para compartir su final de embarazo, su parto y su inicio de crianza. En el nivel 2 o nivel del programa que se imparte al final de la gestación, el cambio grupal no suele pasar de compartir experiencias a través del “guasap”. Sin embargo, estas mujeres y parejas vuelven a coincidir en el tercer nivel del programa, en el puerperio. Para facilitar la asistencia a estas sesiones de apoyo al puerperio, la lactancia y la crianza se ha dispuesto, en el centro de salud, una sesión fija todos los miércoles de 12 a 14 horas. Antes presencial y ahora online. Cuando era presencial la asistencia era muy alta. El horario muy libre. Esta sesión presencial de crianza se convierte en un espacio de salud y de encuentro de las mujeres, sus parejas y sus bebés en un momento crucial de sus vidas. En él se resuelven dudas, se comparten experiencias, se imparten los temas que las madres y los padres demandan, desde lactancia, cuidados del bebé, masaje del bebé, explicación del apego, desarrollo psicomotriz, ejercicios postparto con bebé, etc. Las mujeres pueden acudir siempre que lo deseen, no hay un número limitado de sesiones. Se trabaja la interrelación grupal de iguales y surgen amistades. Las mujeres empiezan a organizarse para quedar fuera del grupo del centro de salud y quedan en las salas de reunión de las comunidades de sus casas, en los parques, en los cafés y en los centros comerciales. La llegada de un bebé cambia la vida las personas. Los programas dan una gran oportunidad a las mujeres y sus parejas de conectar con mujeres y parejas de su comunidad, en las mismas circunstancias, para mejorar su satisfacción y sus recursos tras la llegada de su bebé. c) Del “Cambio Grupal” al “Cambio Comunitario” Una mujer, o una mujer y su pareja, con solo su bebé, se mueven por la comunidad con todas las dificultades que la arquitectura civil presenta en la actualidad. Estas dificultades hacen que muchas mujeres y sus parejas salgan poco de casa con su bebé, en los primeros meses de crianza. Sin embargo, un grupo de mujeres con sus cochecitos y sus bebés se sienten más fuertes, realmente se empoderan, para hacerse un espacio en parques, centros comerciales, restaurantes, y en todos los espacios sociales. Se ponen de acuerdo para solicitar a los ayuntamientos espacios de encuentro. En San Sebastián de los Reyes, el ayuntamiento, a través de la Delegación de Igualdad, ha estado organizando, durante dos años, encuentros semanales de mamas y sus bebés. También piden, a través de las páginas web de los ayuntamientos, de los centros comerciales, los restaurantes, etc., ascensores para poder acceder con los cochecitos, salas de lactancia, cambiadores de bebés en los aseos de mujeres, de discapacitados y de hombres. d) Del Cambio “Comunitario” al “Cambio de los Individuos” Todas estas mejoras solicitadas, repetidamente, por las nuevas madres y los nuevos padres, se van produciendo con el tiempo. Ello conlleva un cambio comunitario que mejora las posibilidades de la vida social de los nuevos padres. Todas las entidades que reciben las necesidades de los nuevos padres efectúan mejoras que repercuten directamente sobre los individuos. Aparecen señalizaciones de amplios ascensores para que puedan subir los cochecitos de los bebés, salas de lactancia, restaurantes con espacios para aparcar los cochecitos, gimnasios que imparten clases para las madres con sus bebés, etc. Este cambio comunitario ha promovido que algunos cines implanten, lo que han denominado “sesión teta”, o sesiones de cine matutinas, de bajo coste, en salas adaptadas para que las madres puedan ver películas actuales mientras dan el pecho a sus bebés sin que nadie se moleste por ello. e) Del “Cambio Grupal” al “Cambio del Individio” No hay que olvidar el efecto que los grupos tienen sobre los individuos. Como se ha visto, los grupos dan seguridad a las personas para la toma de decisiones, lo que hace que las personas puedan ser más efectivas y hagan mejor uso de los recursos disponibles. Pero, en el caso de la maternidad y la paternidad, es de reseñar el efecto del grupo de iguales sobre las maternidades diferentes y/o especiales. Valga, como ejemplo, el de una madre de 17 años que acude al programa con todas las inquietudes de su edad, de su cambio de vida y todos los problemas familiares, económicos y sociales que su maternidad inesperada conlleva. La experiencia es que es grupo la escucha, la apoya, la acoge, la protege y la acompaña en este momento tan decisivo de su vida. Modestamente pienso que ningún acompañamiento profesional exclusivo tiene la potencia de un acompañamiento profesional conjunto a un acompañamiento grupal de madres iguales. He visto a “niñas” perdidas por una maternidad inesperada convertirse en mujeres adultas y madres competentes capaces de retomar el control de sus vidas. Tengo mucho que agradecer a los grupos de mujeres anónimas que contestan “guasap” a cualquier hora del día o de la noche a las madres diferentes, a las inseguras y a las primerizas. Y qué decir de su labor ante las maternidades, digamos especiales. Cuando una mamá y un papá esperan un hijo sano y la vida les sorprende con un hijo con una “enfermedad rara”, una malformación congénita, o cualquier otro problema de salud que va a requerir cuidados especiales de por vida. Los grupos de iguales ayudan en el duelo que supone la aceptación de un hijo diferente, permiten expresar el profundo dolor que sienten por no tener un hijo sano. Acompañan el proceso de convertirse en una Volume XXI Issue V Version I 18 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2021 C © 2021 Global Journals Los Programas De Educación Para La Maternidad Como Medio De Empoderamiento Social. Un Ejemplo

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