Global Journal of Human Social Science, C: Sociology and Culture, Volume 22 Issue 6

él que es apropiado por ella y que puede ser expresado en moneda corriente u otras formas de valorización, lo cierto es que pasa a las arcas de la empresa. La empresa que necesitamos en la actualidad es aquella que es creadora de valor económico y de valor social, lo que es posible cuando la empresa tiene la capacidad para dialogar con la sociedad a través de su política social. “Muchos autores sugirieron que las actividades de sostenibilidad corporativa se pueden estructurar en sistemas de valor que podrían resultar en un mejor desempeño financiero (Montiel, 2008; Valor, 2005; Van Marrewijk, 2003). Según Dyllick y Hockerts (2002), la sustentabilidad corporativa se basó en seis criterios: ecoeficiencia, socio-eficiencia, eco-efectividad, socio-efectividad, suficiencia y equidad ecológica.” (citado por Camilleri Mark Anthony, 2017.O/C) El fracaso social de la empresa, y en muchos casos su desprestigio se puede explicar por haberse ella concentrado solo en los aspectos técnicos, económicos y financieros sin tener en cuenta su función social. El problema central de la empresa es que ha omitido dialogar con la sociedad, a veces dando la espalda también a los mercados que también lo requieren. Estas omisiones pueden ser los factores que son las causas de la pobreza y de la desigualdad en la sociedad actual. El empobrecimiento de la sociedad resulta de la falta de la creación de empleo en el sector privado a través de la inversión sostenida y agravado por la distorsión que provoca el aumento del empleo estatal. Esta situación en el largo plazo carcome a los mercados y a las sociedades. La situación señalada modifica la naturaleza del entorno social, los gobiernos toman las riendas de la economía, la propiedad privada residual se concentra en pocas manos, la tecnología se convierte en soberana, la empresa no se integra a la sociedad y las expectativas del sector privado residual se centran únicamente en el beneficio de la inversión en el corto plazo. No se cuestiona el capitalismo en sí, sino al capitalismo financiero que no crea valor para la sociedad. “La economía del compartir es el primer sistema económico propiamente dicho desde el nacimiento del capitalismo en el siglo XVIII y del socialismo en el siglo XIX”, sentencia Rifkin Jeremy: “Estamos pasando de la propiedad y al acceso de los mercados a las redes, de los vendedores y compradores a proveedores y usuarios, de productividad a regeneración, de externalidades a circularidad, del PIB a indicadores de calidad de vida”, (Rifkin Jeremy, 2011, O/C) III. L a C aracterización de la E mpresa La empresa es una institución que tiene identidad política, técnica, económica y social, la que no puede separarse de la influencia de los intereses económicos de los objetivos sociales porque tienen la misma jerarquía. Como institución, la empresa, está contenidas en una sociedad determinada, manteniendo una relación simbiótica con ella e influenciada por un determinado orden social.” La investigación de diversos autores confirma la hipótesis de que la empresa es un sistema social de dimensiones que traspasan los objetivos económicos, un espacio al mismo tiempo socializador y socializado, en continua, interacción con la sociedad. “(Kishner Ana Maria,2005, O/C) La empresa, en la actualidad, se caracteriza por los vínculos estrechos entre las personas, el intercambio de ideas, el uso de nuevas tecnologías, la abundancia de la información, la independencia en el trabajo, la iniciativa personal y la toma de decisiones en el puesto de trabajo. Las estructuras planas generan nuevos modelos de organización, se pasa del predominio de elementos materiales al predominio de elementos inmateriales. Se trata de pasar de un mundo organizacional que se creía estático y previsible a otro muy diferente: fluido, contingente e imprevisible. La empresa de hoy se encuentra en un mundo en el que domina la economía de la información, las relaciones sociales y el conocimiento. El capital de la empresa tiende a ser cada vez más intangible porque importan la capacidad de las personas, los conocimientos acumulados en la organización y la capacidad directiva. Los medios físicos, los medios financieros y el capital intangible al combinarse adecuadamente crean valor económico y valor social. La función de la empresa es la organización del trabajo humano, creando empleos de calidad como el mejor medio conocido para la distribución equitativa de la riqueza en cualquier sociedad, idea aceptada por numerosos autores. La misión social de la empresa se concreta con la satisfacción de los deseos y de las necesidades humanas en la sociedad. La función directiva tiene que dar legitimidad social a la empresa haciendo de ella un agente que pueda crear valor para todos sus actores. La sociedad le delega en la empresa la actividad económica y la creación del empleo buscando el equilibrio entre los valores económicos y los valores sociales actuando como agente de cambio social. La empresa existe más allá del capital porque sus miembros definen sus objetivos, ejecutan las estrategias y toman las decisiones en el marco de un conjunto de políticas y compartiendo una cultura empresarial. “La creación de valor contribuye a mejorar substancialmente el contenido del trabajo de cada uno de los actores de la empresa. La paradoja es que el concepto de creación de valor ha nacido de la tesis de los inversores, esta posición lograría una primera consecuencia muy interesante para los directivos y los empleados que permitiría dar sentido a la empresa”. (Bogliolo Felix, 2000, O/C).” “Todas las empresas con ánimo de lucro también contribuyen a la creación de valor social (Nicholls Alex, 2007), ya sea mediante la Volume XXII Issue VI Version I 32 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 © 2022 Global Journals C Is a Social Policy Possible in the Company?

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