Global Journal of Human Social Science, D: History, Archaeology and Anthroplogy, Volume 23 Issue 6

se colocó en un área que solo resguardaba a las tropas “contra los vientos glaciares de invierno”, pues se hallaba en una pequeña depresión; por lo tanto, al estar por debajo del relieve, las maniobras de los soldados se dificultaban, si se les requería para afrontar alguna eventualidad. 49 Alli [norte del lago Lacar] tuve ocasión de conocer de visu algunas costumbres de los indios, ya civilizados y laboriosos a la sazón: un almuerzo compuesto de un cordero, tortas, papas asadas al rescoldo, queso, vino y ensalada de lechuga, servido por dos bellezas indias de 15 y 16 años vestidas con una túnica tejida con lana de guanaco y cinturón con broche de plata, sobre la que ostenta con gallardía un chamal de percal, especie de capa con cuello a lo Luis XV que les cae desde los hombros hasta los pies, sostenida sobre el pecho con un largo alfiler con gran cabeza de plata, que le sirve de puñal en caso necesario, grandes aros en las orejas y sortijas del mismo metal en los dedos. Las actividades productivas también formaron parte de sus escritos. Mencionó, a grandes rasgos, las labores agrícolas, realizadas por colonos militares; al mismo tiempo, resaltaba la convivencia pacífica que los nuevos agricultores mantenían con la etnia indígena curuhuinca, cuyo poblado se encontraba cerca de San Martín. Rodríguez recibió una invitación para visitarlos; realizó unas breves notas en torno a sus cultivos y a su práctica ganadera; pero amplió su testimonio cuando fue el momento de compartir los alimentos: 50 El fragmento resaltaba el comportamiento civilizado de los indígenas, expresado en su manera de vivir y trabajar, la variedad de sus alimentos (producidos mediante la agricultura y la ganadería) y la vestimenta de las adolescentes. Como hombre de su época, José E. Rodríguez manejaba la dicotomía conceptual de barbarie y civilización, conocía los trabajos de Faustino Sarmiento, el autor del Facundo , un autor incluso citado por José Ingenieros en su Sociología argentina , obra donde se sostenía la tesis que la civilización europea avanzaría en aras del progreso; se impondría sobre sociedades menos desarrolladas, destinadas a desaparecer . 51 Si en la serie de artículos mencionada, apreciamos esbozos de “Inteligencia estratégica”, Rodríguez profundizó sus reflexiones en torno al ámbito táctico. En 1903, publicó Manual del Oficial de reconocimiento , un texto metódico, que escribió por propia iniciativa mientras se desempeñaba como parte del Estado Mayor General del ejército. A diferencia de otros de sus trabajos, este libro no lo dio a conocer por partes en la RCM; pero se relacionaba con otros artículos que escribió después para el impreso. La obra tuvo buen recibimiento, el ministro de Guerra, coronel 49 Rodríguez, “A través de la Cordillera”, 1901, pp. 539-540. 50 Rodríguez, “A través de la Cordillera”, 1901, pp. 68-69. Las cursivas están en el original. 51 Ingenieros, Obras completas , 6, 1962, pp.24-45. Pablo Riccheri, adquirió 200 ejemplares para distribuirlo en las bibliotecas de los diferentes cuerpos del instituto armado . 52 En la parte final de la obra, el autor incluyó tres ejercicios tácticos; todos planteaban situaciones hipotéticas de exploración en la provincia de Corrientes, una región bien conocida por Rodríguez, pues la recorrió cuando estaba incorporado al 3er batallón de infantería; asimismo, comentaba que los temas incluidos fueron “solucionados en parte en la Escuela Superior de Guerra cuyos borradores han quedado en nuestro poder, aunque con ligeras variantes que no afectan sin embargo el fondo del asunto” . 53 Rodríguez pensaba que el explorador tenía una gran responsabilidad. Si exponía un dato erróneo en sus informes, podía provocar una catástrofe; por lo tanto, enfatizaba que los oficiales encargados de esa función debían centrar toda su energía en obtener información fidedigna y evitar casi a cualquier costo combatir, porque el retraso de noticias afectaba las operaciones de la fuerza a la que pertenecía . 54 El Manual , del mismo modo que “A través de los Andes”, Rodríguez lo redactó con base en sus experiencias y datos obtenidos como funcionario del Estado Mayor. Tenemos conocimiento de que lo leyeron varios especialistas, ya desde el momento de su aparición se le percibió como una obra didáctica. Por ejemplo, J. E. Niklison, en el diario La República , señalaba: “Colocado a una altura que le permite abarcar y dominar el asunto tratado, empieza por definirlo y explicarlo; luego en capítulos ordenados de acuerdo al precepto de lógica y retórica que establece la escala ascendente en la exposición, esto es, que ha de irse paso a paso de lo conocido a lo desconocido […]” . El autor, a su vez, especificaba cómo un oficial de reconocimiento tenía que escoger a su personal de apoyo; hablaba acerca de los terrenos propicios para las exploraciones a caballo y a pie; asimismo, enlistaba todos los factores que se debían registrar, considerando varios escenarios, ya fuesen boscosos, cercanos a los ríos, montañosos, etc. Dicho de otra forma, Rodríguez se especializó en formular un modelo para los exploradores que realizaran operaciones en zonas rurales, no abarcó los ámbitos urbanos; resultaba extraño, porque las principales rebeliones en Argentina, a finales del siglo XIX y principios del XX, se suscitaron en las ciudades. 55 52 AGE, Expediente del General de División José E. Rodríguez, 11264, doc. 24. 53 Rodríguez, Manual , 1903, p. 57. 54 Rodríguez, Manual , 1903, pp. 37 y 44-45. 55 AGE, Expediente del General de División José E. Rodríguez, 11264, doc. 18. En el plano de la lectura, sabemos qué se pensaba sobre el libro; no obstante, desconocemos su impacto en las unidades de combate. © 2023 Global Journals Volume XXIII Issue VI Version I 15 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2023 D Approaches to the Professional Reflections of Argentine and Mexican Soldiers (1896-1911). The Cases of José E. Rodríguez and Miguel Ruelas

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