Global Journal of Human Social Science, E: Economics, Volume 22 Issue 3

b) China y Rusia en la arena mundial. Breve mención al conflicto Rusia-Ucrania En la siguiente sección se indaga sobre algunos aspectos que permiten complementar este análisis económico internacional, con respecto al rol de China y Rusia. El propósito, es explicar, con mayor grado de aproximación, por qué ambos países podrían configurarse en potenciales desafiadores del liderazgo estadounidense y el statu quo internacional. Como, en su momento, señalara Jeffry Legro (2007: 515 –trad. propia), “[…] en los Estados Unidos hay, como dijo un Secretario de Estado Adjunto de EE.UU. , una “caldera de ansiedad” sobre el futuro de China”. A ello, hay que añadir la profunda recesión que atravesó la economía estadounidense, hacia finales de la primera década del dos mil. Si bien, en la segunda década, los EE. UU. experimentó una recuperación, su economía continúa evidenciando importantes fragilidades -tales como un elevado stock de deuda sobre PBI, además de la reciente aparición de un proceso inflacionario. Cabe recordar que, una porción 16 Según el Banco Mundial, en 2020, la economía rusa ocupó el puesto número 11 entre las mayores economíasdel mundo, muy por debajo de la economía estadounidense y china (que ocuparon el primer y segundo puesto,respectivamente). de la deuda estadounidense se encuentra en poder de China, lo que ha generado una fuerte interdependencia económico-financiera entre ambos países, más allá del intercambio comercial bilateral. Para algunos especialistas, esa circunstancia podría condicionar la autonomía económica de los EE. UU., al colocar en manos de China parte de la decisión de estabilidad financiera de dicho país. Por su parte, China consiguió que su moneda (renminbi–RMB) fuese incorporada a la canasta de monedas que componen los derechos especiales de giro (DEG) del FMI 17 17 Con vigencia a partir de octubre de 2016. . Se tratóde un logro histórico para este país y, de un cambio trascendente desde el punto de vista monetario internacional. Empero, pese a la extraordinaria apertura y capitalización de su economía, China no flexibilizó su modelo ideológico y sociopolítico. Por el contrario, persisten profundas diferencias entre los EE. UU. y China que llevan a ciertos analistas a avizorar una inevitable confrontación entre ambos países. A pesar de las inquietudes que explicitaron diversos académicos, la administración del presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) adoptó una postura de tolerancia frente al creciente predominio chino. Posiblemente, esa política obedeció a una conveniencia económica, ya que China financió parte del déficit de los EE. UU. En este caso, la situación era especialmente complicada debido al grado de interdependencia que habían adquirido nuestras economías. […] Los chinos poseían grandes cantidades de bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo cual significaba que ambos estábamos profundamente involucrados en el éxito económico del otro. […] Pero, más allá de estos intereses compartidos, nuestros valores y visiones del mundo a menudo discrepaban; lo vimos en viejos puntos álgidos como Corea del Norte, Taiwán, Tíbet, los derechos humanos, y en nuevos desafíos como el cambio climático y las disputas en los mares de China Oriental y meridional. Todo esto llevaba a un difícil acto de equilibrio. Necesitábamos una estrategia responsable que alentara a China a participar como miembro responsable de la comunidad internacional, mientras nos manteníamos firmes en la defensa de nuestros valores e intereses. (Rodham Clinton, 2014: 49) Volume XXII Issue III Version I 26 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 © 2022 Global Journals E The Uncertainty of a Tripolar World: The Return of Militaristic Geopolitics and the Relevance of Geoeconomics in the First Decades of the 21st Century. A Brief Mention about the Russia-Ukraine Conflict En el caso de Rusia, aunque su economía había recuperado fortaleza en la primera década del dos mil, luego de la caída del precio del petróleo y las sanciones que se impusieron a ese país a raíz de la anexión de Crimea, su PBI se estancó en forma considerable. Más allá de su rol como uno de los principales proveedores energéticos del mundo, lo que ha inquietado a algunos analistas es la política revisionista de Rusia, sobre los países exsoviéticos. No obstante, el magro desempeño que arroja su economía, desde 2008, parece poner en cuestión su posibilidad de ejercer el rol de potencia mundial (más allá del poder militar que este país ostenta). Rusia arrastra el estigma que, en cierto modo, signó su decadencia durante la Guerra Fría y, es que, pese a ser el territorio más grande del mundo, su economía se halla por debajo de las diez más importantes, en el ranking mundial . 16 Por lo tanto, si se consideran las capacidades que debería ostentar una potencia a nivel internacional, la economía es, claramente, el talón de Aquiles de Rusia. Por ello, ya sea por necesidad y/o temor, los cálculos estratégicos parecen haber impulsado a este país a aliarse con su vecino -China, país con el que tuvo importantes diferendos y controversias en el pasado y, al cual, muchos rusos ven con cierto resquemor. La particularidad que reviste Rusia respecto a China es que, si bien este último representa la segunda potencia económica mundial, después de los EE. UU., el primero configura la segunda potencia nuclear, después de los EE. UU., a nivel mundial. El realismo ofensivo ofrece importantes interpretaciones sobre el ascenso de China. Mi argumento en resumen es que si China continúa creciendo económicamente, intentará dominar Asia en el modo en que Estados Unidos domina el Hemisferio Occidental. Estados Unidos, sin embargo, irá muy lejos para prevenir que China alcance hegemonía regional. La mayoría de los vecinos de Beijing, incluyendo India,Japón, Singapur, Corea del Sur, Rusia, y Vietnam, se unirán a los Estados Unidos para contener el poder chino. El resultado será una intensa competencia de seguridad con considerable posibilidad de guerra. En pocas palabras, es improbable que el auge de China sea tranquilo. (Mearsheimer, 2014 –trad. propia)

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