Global Journal of Human Social Science, E: Economics, Volume 22 Issue 3
Un país que se enfrenta a unas tareas internas de tanta envergadura no va a lanzarse así como así a una confrontación estratégica, ni a la búsqueda del dominio universal. […] Los líderes contemporáneos conocen perfectamente la destrucción que son capaces de desencadenar. La competición clave entre Estados Unidos y China probablemente será más económica y social que militar. […] Estados Unidos tiene la responsabilidad de mantener su competitividad y su papel en el mundo. (Kissinger, 2012: 538) Otros análisis enfatizaron en las cualidades que, tradicionalmente, revisten las potencias hegemónicas, en términos de capacidad militar y espíritu conquistador. Como evidencia su historia, China fue un país sin tradición de conquistador y víctima de intentos de conquista por parte de otros Estados. Aun así, en los últimos años China inició un rearme militar, aunque lo presenta como parte de una estrategia defensiva para ese país. Al igual que Alan Greenspan (2008), Robert Kagan (2012) opinó que los EE. UU. tiene una capacidad innata de autorecuperación (resiliencia) que se explicita al tocar situaciones límites. Aun así, sostuvo que: “Al presente, sólo se puede decir que el crecimiento de la economía de China tiene implicaciones para el poder Americano en el futuro, sólo en la medida que los Chinos traduzcan una parte suficiente de su fuerza económica creciente en fuerza militar” (Kagan, 2012: 109 –trad. propia). Pero no todos los analistas acuerdan en ese análisis. Hay quienes expresan escepticismo respecto a la posibilidad de supervivencia de un liderazgo estadounidense para el presente siglo. Lo cierto es que, de plantearse un escenario en el que prosiga el fortalecimiento de China frente a los EE. UU., muchos perciben que entrará en disputa el liderazgo del sistema internacional. Sin embargo, no hay consenso sobre las dimensiones que dicha crisis podría alcanzar, ni el desenlace que podría tener. Para una parte de la academia, especialmente para el realismo ofensivo, el crecimiento desigual podría transportarnos a las puertas de un enfrentamiento bélico de magnitud impredecible. Frente a los pronósticos belicistas, Arrighi (2010) destacó que China lanzó en 2003 la doctrina de emerger precipitadamente en un modo pacífico ( heping jueqi ). Según dicha doctrina, China evitaría la postura agresiva de los poderes emergentes anteriores, aspirando a crecer y avanzar sin modificar los órdenes existentes. Para el autor, los funcionarios chinosno ven contradicción entre su doctrina de desarrollo pacífico y su determinación de desarrollar fuerzas armadas más competentes. decisión deun líder puede cambiar completamente los pronósticos académicos. 18 La incursión a Georgia empezó el 7 de agosto de 2008, tras la decisión del presidente de ese país, Mijail Shaakashvili, de recuperar territorios rebeldes, independientes de facto, pero dependientes de Rusia: Osetia delSur y Abjasia. Rusia llevó adelante una ofensiva militar aplastante contra Georgia que, en cinco días, acabó conla resistencia Volume XXII Issue III Version I 28 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 © 2022 Global Journals E The Uncertainty of a Tripolar World: The Return of Militaristic Geopolitics and the Relevance of Geoeconomics in the First Decades of the 21st Century. A Brief Mention about the Russia-Ukraine Conflict georgiana (Palacio, 2019-a). Por último, hay quienes se inclinan a postular que el capitalismo subsistiría, aun cuando China gane terreno en el liderazgo internacional. El éxito económico de ese país fue debido al sistema capitalista, incluso - en los últimos años, China se lanzó a una prolífica política de inversión en el exterior que algunos dieron en llamar nuevo imperialismo. Aún así, muchos consideran que los desafíos para China son múltiples y generan dudas sobre su real ascenso como potencia mundial. La pandemia del Covid-19 que se inició en ese país, a finales de 2019 y se esparció por todo el globo - llegando hasta la actualidad, tuvo un impacto en el prestigio internacional de China. Todavía persisten los cuestionamientos sobre cómo se inició la propagación del virus y respecto del manejo de la información que hizo el gobierno chino en los primeros meses de la pandemia. Claramente, el accionar poco transparente del gobierno chino provocó un retraso en la respuesta que la Organización Mundial de la Salud y los demás países pudieron adoptar, frente a la propagación del virus. Por otra parte, la pandemia tuvo en elevado costo para la mayoría de los países del mundo, no sólo en términos de vidas humanas, sino también, económicos, sociales y políticos. Inevitablemente, China cargará con el estigma de haber sido el foco de difusión de una pandemia que marcó a una generación, en los inicios de la tercera década del dos mil. Ello erosionó parte de la reputación mundial que, tan trabajosamente, procuró construir ese país en las primeras décadas de este siglo. Como señaló Gilpin (1981, citado por Palacio, 2019-a), la predicción en ciencias sociales es imposible, pero la información histórica nos permite proyectar escenarios probables, a fin de reducir la incertidumbre asociada al futuro. Aun así, Gilpin reconoció que la sola En lo que refiere a Rusia, el nuevo milenio empezó a transitarse no exento de conflictividad e incertidumbre. Entre otros aspectos, resurgió la inquietud de algunos analistas sobre el rol que pretende desempeñar Rusia a nivel internacional. Como se mencionó anteriormente, el crecimiento económico de los primeros años dos mil le permitió a ese país revertir la debacle que atravesó durante los noventa. Rusia se posicionó como mercado emergente, adquiriendo un importante protagonismo político y económico internacional, no sólo como parte del denominado grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que agrupaba a potencias intermedias, sino como miembro del G8 (G7 + Rusia). Por otro lado, en materia de política exterior, Rusia apoyó desde un comienzo la campaña de lucha contra el terrorismo que embanderó los EE. UU., aunque no tardaron en surgir desavenencias entre ambos países. Las mismas se explicitaron a partir de la incursión estadounidense a Irak y se ampliaron con la intervención rusa en Georgi a 18 .
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