Global Journal of Human Social Science, E: Economics, Volume 22 Issue 7
aprovechan los valles jujuyeños de intercambiar (trocar o vender) con la producción de la Puna. Las ferias también son el momento de diferentes tipos de diversión organizados por la comunidad que recibe. Se hacen actos culturales en que se presentan muestras de bailes tradicionales. En las ferias de la Puna, es común el canto de coplas y tonadas o, por ejemplo, en una de las ferias en Susques se mostró cómo eran las diferentes amarras de mercancías en mula. También la feria es momento de encuentro. Es la oportunidad en que las organizaciones/comunidades aprovechan para realizar reuniones de carácter político en que buscan estrategias para mayor apertura de las fronteras. Si bien estas formas de ferias pueden ser relativamente nuevas, su contenido es precisamente mantener el carácter transfronterizo histórico y sentido de unidad del pueblo atacama/atacameño, y la feria es una de las mejores alternativas para lograr estos propósitos. 3. Formas de intercambio (trueque y compra-venta) En el contexto de las ferias se utilizan diferentes medidas, pesos, instrumentos y formas de intercambio. Se usa el kilo, libra, metros, arroba y no se han abandonado formas tradicionales de medición como el palmo, plato, puñado, llenada y pieza, los cuales son útiles tanto en el trueque o compra-venta. “La [hoja de] coca se cambia y o se vende en libras, la harina en kilos, la soga en palmo, la carne de llamo la puedes compra en pieza o kilo…usas una romana pa’ pesar…antes se vendían unos bloques así de sal, eso le decíamos ‘panes’…” (Atacameña N°2). El trueque, también llamado cambalache todavía se da en las ferias. Este es un tipo de intercambio que busca equivalencia entre mercancías o productos diferentes. Generalmente estos intercambios son inmediatos, pero algunas veces son diferidos en el tiempo. Los cambiantes, consideran que los bienes son más o menos equiparables, aunque es importante aclarar que muchas veces intercambian sin tener en cuenta una equivalencia exacta. En estos casos buscan obtener un producto o mercancía específico que le es difícil conseguir y están dispuestos a dar más por menos, o bien, el objetivo del trueque puede ser otro, que es el de estrechar relaciones. Aquí entonces ocurre un tipo de trueque en que se involucran otros elementos, en que la mercancía o producto es un medio más que un fin en sí mismo. “ Una vez vi un niño, cambiar un paquete de golosinas que no costaban ni mil pesos [chilenos], pero los compró, seguro le costó conseguir esa plata para cambiarlo por una polera que podía costar como 15 lucas [equivales a 15000 mil pesos chilenos] y la señora se la dio, bien buena gente…quería ayudar al niño, eso es reciprocidad, de eso se trata el intercambio…” (Atacama N°2). El trueque -más que la compra-venta- es utilizado para crear y fortalecer alianzas, ya sea familiares o amistades, incluso políticas. Es decir, su función no es solo económica, también social en que se intercambian bienes simbólicos sociales como la amistad, confianza, respeto, honestidad y colaboración, lo cual fortalece vínculos sociales inter-atacameños. El trueque es considerado como la forma de intercambio tradicional, en muchos casos se regía por una serie de tasas específicas como, por ejemplo: “saco por saco” , pero estas tasas están dando paso a las negociaciones realizadas por los propios feriantes, y utilizan precios equitativos como referencia para intercambiar; es decir, trocan algo más o menos del mismo precio del bien que ofrecen por el bien que quieren. En la actualidad se pueden trocar todo tipos de productos y mercancías, cuyo origen son diversos lugares e industrias. Desde juguetes y ropa fabricada en Asia, artesanías locales, herramientas que alguna vez sirvieron en la minería en Chile, piezas de autos, computadoras, hasta alimentos y bebidas industrializados como harina, arroz, fideos, cervezas, sidras y bicervecinas de Argentina y Bolivia. Prácticamente el comercio de la feria es completamente abierto e ilimitado, pero no ilegal. “¡Quiero mi [Televisor] plasma! - ¿Usted no tiene plasma?, traje mis tejidos pa’ cambiarlo por un plasma. Vine a Chile porque quiero un plasma… (Atacama N°3) Las tasas tradicionales han sido sobrepasadas, “todo se puede cambalachar”, los feriantes crean sus propias reglas y rápidamente quedan atrás las reglas del siglo XIX y XX. Y es que la afluencia de nuevos productos y mercancías de diferentes tipos de marcas, calidad o tiempo de uso han abarrotado a las ferias y aún no se han podido establecer nuevos patrones y por el momento no parece interesarles a los feriantes. La reciprocidad del trueque es un acuerdo entre feriantes y ya no obedece a reglas del pasado, una vez hecho el trueque se desvanece ese acuerdo. Así pues, no quedan tasas fijas entre feriantes. “Cuántas veces no cambié soga yo cuando era joven…ya no me la quieren cambia’ como era antes… quieren que les dé ma’…” (Atacameño N°3). A pesar de los cambios, el trueque tiene importancia y validez, su imaginario crea relaciones sociales entre los habitantes de los diferentes pueblos de la región. Originalmente el trueque estuvo ligado a la producción de diferentes zonas ecológicas complementadas; sin embargo, la decadencia en la producción, restricciones fronterizas, el uso del dinero, otras redes de comercio ampliado y la variedad de productos y mercancías han hecho que el trueque disminuya o tome otras formas. Volume XXII Issue VII Version I 50 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 © 2022 Global Journals E "We’ re Like them" Conjunction between the Claimed Past, Sense of Unity and Globalized Trade in the Atacamas/Atacameño Exchange Fairs
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