Global Journal of Human Social Science, G: Linguistics and Education, Volume 22 Issue 4
los docentes universitarios incorporen los principios filosóficos, psicológicos y educativos de la neuroeducación a los procesos formativos universitarios, para propiciar un cambio de paradigma a los esquemas tradicionales rígidos que se han instaurado en la concepción educativa de muchas Instituciones de Educación Superior (IES). Pues, es imperativo que los docentes universitarios tengan conocimiento de cómo es el cerebro, cómo este aprende, procesa, registra, almacena y recuerda la información, para así poder adaptar un estilo de enseñanza pertinente que optimice el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Además, debe concebir su praxis en función de las actitudes, palabras y emociones que influyen directamente en el desarrollo del cerebro de sus estudiantes y la manera en la que estos aprenden. En este contexto, la neuroeducación o neurodidáctica según los criterios referidos por García (2017), es: Una nueva visión de la enseñanza que se basa en aportar estrategias y tecnologías educativas centradas en el funcionamiento del cerebro. Esta nueva disciplina educativa fusiona los conocimientos sobre neurociencia, psicología y educación, con el objetivo de optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje. (p. 2) En este ámbito, vale destacar los aportes de las neurociencias, en cuanto a las investigaciones sobre el cerebro, han dado una mayor comprensión de cómo funciona y cómo repercute en el mejoramiento de la habilidad del docente para enseñar, así como también en la habilidad del estudiante para aprender. No obstante, el acelerado desarrollo de las neurociencias sugiere que los diversos resultados de las investigaciones sobre el cerebro, permiten mayor comprensión de su funcionamiento y ello debe, necesariamente, ser incorporado, a los estudios sobre, el mejoramiento de la habilidad del docente para enseñar y la habilidad del estudiante para aprender, y consecuentemente sus resultados y estilos de aprendizaje. En este orden de ideas, al igual que las nuevas metodologías educativas centradas en la inteligencia emocional, la neuroeducación entrama diversas disciplinas como: la neurología, neurociencia, psicología, ciencia cognitiva y la educación como un estamento transdicisplinario que permite un interdiálogo que trasciende el lienzo al modo disciplinar en los procesos de aprendizaje. La idea es que el docente pueda sacar provecho de cómo el cerebro aprende y qué cosas estimulan el desarrollo cerebral al ámbito educativo. Vale seguir a García, (ob. cit.), quien hace referencia a diversos factores que intervienen en la neuroeducación, tales como: La plasticidad cerebral y neurogénesis. El cerebro es “plástico”, es decir, tiene una gran capacidad de adaptación durante toda la vida. Las neuronas espejo, las cuales son un grupo de células cerebrales que se activan tanto cuando realizamos una acción como cuando observamos a alguien realizarla. Las Emociones y aprendizaje. Las emociones interactúan con los procesos cognitivos, por ello una parte clave de la neuroeducación se refiere a manejar las emociones para que no solo no interfieran, sino que beneficien el proceso de aprendizaje. (p.1) En atención a ello, que los factores antes mencionados, juegan un papel determinante en la neuroeducación, ya que estos aportan información relevante para remantizar la acción pedagógica del docente para identificar las debilidades y fortalezas cognitivas, implicadas en el aprendizaje de los estudiantes con base a la atención, memoria, percepción y razonamiento. En este sentido, la neuroeducación viene a ofrecer al docente universitario, la posibilidad de conocer acerca de qué sucede en el cerebro de los estudiantes, determinando los factores que ejercen influencia en su crecimiento, desarrollo y funcionalidad. Ante estos hallazgos científicos, no es posible ignorar los enormes beneficios que pueden representar para el estudiante la implementación de estrategias educacionales, que incluyan la activación neuronal de ambos hemisferios, fomentando la estimulación del cerebro de manera global, posibilitando una mayor y mejor asimilación de los contenidos curriculares a aprender. La docencia universitaria en Venezuela, está influenciada por diversas categorías que se relacionan de manera compleja. Uno de ellas son las estrategias cognitivas que aplican los docentes al ejercer la tarea de formar al estudiante en determinado programa académico, como lo señala Orozco (2017), quien considera que “no es aconsejable ceñirse en el empleo de una sola estrategia, sino promover la combinación y diversificación de ellas” (p.12). De allí, lo imperativo de entramar diversas estrategias didácticas que conjuguen diversas disciplinas entorno a una situación de aprendizaje determinada. Por consiguiente, es necesario que la educación venezolana pueda replantear algunas estrategias o directrices para consolidar una educación que no permita la atomización del saber. Conociendo de antemano que se han realizado algunos intentos, pero algo aislado un tanto a ciegas, sin la operatividad de los mismos. Sólo se le presta atención a los procesos cognitivos y afectivos de los estudiantes, cuando éstos presentan alguna dificultad en el proceso de adquisición de los contenidos curriculares programados, nunca se cuestiona el sistema, a veces se llega al nivel de la didáctica haciendo de esto un maquillaje; en la mayoría de los casos pedagógicos se cambia la estrategia o incluso al docente, pero el Volume XXII Issue IV Version I 6 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 © 2022 Global Journals G Neuroeducation: A Transdisciplinary Approach from the Prism of Cognitive Processes and Learning Styles in University Students
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