Global Journal of Human Social Science, G: Linguistics and Education, Volume 22 Issue 9

caminante solitario: “A la vuelta de una calle en sombra,/ un fantasma irrisorio besa un nardo.” 15 Bousoño define la preferencia hacia lo sobrenatural de los poetas románticos explicando que la transcripción literaria en ellos se basa en la fe de sentimientos tradicionales mientras que los fantasmas machadianos son símbolos “sin verdadera existencia.” Agrega además que dicha convención del fantasma enamorado representa “la frustración del humano aspirar a otro mundo más perfecto, redimido de dolor y de sombra.” 16 Sin embargo Bousoño no considera la relación entre Bécquer y Machado coincidencia casual sino auténtico influjo. Al citar poemas de Machado precisa “que exhiben una directa, incuestionable relación con la Rima LXXI.” 17 y rebullir de fieras enjauladas. Ya que Bousoño habla de “notable analogía,” su explicación nos permite traer la tesis del fantasma enamorado al ámbito de convención literaria. El fantasma prescinde de la relación explícitamente sensual y emerge, no de la muerte, sino del sueño, tanto en Machado como en Bécquer. Ambos poetas resultan algo macabros en la presentación del tema y muestran derivación poética con similar marco sintáctico: Y sentí olor de cirios apagados, de humedad y de incienso. ---------------------------------------- Y en la cripta sentí sonar cadenas 18 En los versos de Bécquer Bousoño nota que “la fantasía está justificada por una realidad psíquico- fisiológica.” 19 Se nota mayor delicadeza simbólica en la cita de Bécquer; nos espantan las fieras machadianas. Pero Bousoño insiste en continuar su análisis textual. Tras citar la última estrofa de la Rima LXXI nuestro crítico indica que la experiencia becqueriana no consiste de irreal delirio. Con ademán racional y tono predominantemente empírico trata el crítico estructural moderno de explicar la palpitante fisionomía de la metáfora: “Bécquer no ha hecho otra cosa que describirnos un fenómeno, raro en la realidad psicológica, pero, al parecer, según algunos creen o pueden creer, existente: lo que hoy se denomina telepatía .” 20 15 Bousoño 165. 16 Bousoño 166. 17 Bousoño 168. 18 Bousoño 169. 19 Bousoño 170. 20 Bousoño 170. Sugiere así Bousoño que Bécquer siente la despedida de un moribundo. No es posible menospreciar la validez del espectro bajo ninguna explicación científica. El crítico se compadece de Bécquer, quien en esta rima demuestra “intentada justificación racional del elemento maravilloso.” Machado, en cambio, “no teme la total incorporación de lo delirante al dominio lírico. ” 21 Nos gustaría comprender las etapas de transición en las Rimas a través de la cual se deriva la experiencia que relata la Rima LXXI. Si deseamos acercarnos al espíritu errante, y poder descifrar el misterioso encanto del verdadero fantasma enamorado, conviene revisar las Rimas XVI y XXVIII, pues dejan ya ver el intento de comprender el tema. Juan Díez Taboada nos dice: “Mientras que las experiencias internas producidas por la proximidad del amado en las Rimas XVI y XXVIII tenían por marco la naturaleza, en ésta LXXI es lo religioso lo que da ambiente a la separación más tremenda y absoluta, la de la muerte.” Quizás la aparente intención semiótica de Bécquer se base en querer exponer una realidad psicológica no accesible al poeta moderno, aunque deje en él su huella. La destreza que alcanza Bécquer en dotar realidad a la metáfora del ser incorpóreo demuestra que el tema vive en él y él vive en el tema; es decir, Bécquer expresa en este poema una percepción esencial del alma humana. 22 No tenemos hacer más que leer las leyendas de Bécquer para ver el alcance de esta visión supra terrestre del más allá, evidente sobre todo en los breves relatos El rayo de luna y La corza blanca . 23 La visión sobrenatural era un tema favorito de Bécquer. Su obra capta la experiencia del espíritu errante finamente amaestrada. Rodríguez Correa, amigo y editor del escritor, adumbra el realismo ideal en su prólogo a la primera y segunda edición de Obras completas explicando que las leyendas por fantásticas que luzcan, “entrañan siempre un fondo tal de verdad, una idea tan real, que en medio de su forma y contextura extraordinarias, aparece espontáneamente un hecho que ha sucedido o puede suceder sin dificultad alguna.” 24 Por eso Taboada cierra su fino análisis de la Rima LXXI diciendo: “Bécquer, por la interiorización, llega a lo abstracto, al vacío, pero no a la rotura de su mundo anímico, no al narcisismo y mucho menos al cinismo.” 25 La Rima LXXI es un poema serio y profundo. 26 21 Bousoño 171. 22 Díez Taboada 96. 23 En ambas leyendas, del ensueño emanan alucinaciones que incitan deseos amorosos y éstos se desvanecen por completo entre ráfagas de aire, rayos de luz y sombras. La realidad combate la ilusión y viceversa. García Viñó menciona los dos planos, “uno que alude al mundo cotidiano y otro que evoca el mundo sobrenatural.” García Viñó 205. En La corza blanca este choque resulta en muerte prematura de una ilusa amada, demostrando que los sentidos son incapaces de detectar apropiadamente diferencia entre lo mundano y lo sobrenatural. 24 Rodríguez Correa 10. 25 Díez Taboada 98. 26 Mariano F. Urresti usa la primera estrofa de la Rima LXXI de epígrafe para la Parte I de su novela Los fantasmas de Bécquer . Vemos la última estrofa de la Rima LXXV al comienzo de la Parte II de la misma novela. En esta obra de misterio se emprende intrigante búsqueda del primer manuscrito de las Rimas , perdido durante la revolución de 1868. © 2022 Global Journals Volume XXII Issue IX Version I 46 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 G Cinco Rimas fantasmales de Gustavo Adolfo Bécquer

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