Global Journal of Human Social Science, G: Linguistics and Education, Volume 22 Issue 9

anhela justificar ante la imagen del objeto contemplado. También el viento en sus giros de la Rima XXVIII es la proyectada pasión que el amante desea infundir en la amada. Los suspiros al final de ambas Rimas llenan un espacio de aire que se colma de dicha amorosa por medio de un beso. El beso trae recuerdos respectivamente al sujeto que contempla y al objeto contemplador. Los suspiros unen al vacío entre beso y aliento. El respirar que ocurre en la última estrofa de ambas poesías es lo que rompe la estructura paralela en el momento de mayor intensidad; el amante fantasmal infunde su aliento a manera de beso para trasladarse de hipótesis a ser viviente. Comparemos el cierre de ambos poemas. Primero tenemos: “… sabe que, aunque invisible, al lado tuyo / respiro yo .”[XVI, 17-18] Notemos que la otra Rima concluye: “… es que toco y respiro / soñando, o que en un suspiro / me das tu aliento a beber? [XXVIII, 22-24] El deseo de estar junto a la amada ausente, o que esté ella presente, nos lleva a la experiencia trascendental. El vehículo poético de estas poesías parece ser el transporte espiritual ocasionado por el sueño y tal vez la muerte; pero el tenor simbólico consiste en explorar intensamente el casi demente poder del profundo deseo amoroso. Bécquer es el poeta de ese anhelo fantasmagórico que tenemos de querer estar junto a un ausente ser amado, atraídos a una quinta dimensión por exagerado embeleso ante recuerdo del intenso placer que nos provee un beso. El viento se torna aliento humano; igual sucede con la metáfora ya explicada, lágrimas del día , de la Rima LIII; lo personal humano en particular se mezcla a la naturaleza en general. El aire se convierte en beso. El tema de la ausencia se basa en la lejanía del ser amado; puede éste estar lejos o muerto; también puede el delirante amante estar soñando dormido. En el caso de una confrontación directa a la dama puede ésta quizás permanecer impávida ante ofrendas de amor. Esta justificación de la ausencia se ve en las letras españolas desde Garcilaso de la Vega; la primera égloga ofrece contraste entre el monólogo de Salicio, cuya amada lo deja posiblemente por otro, y Nemoroso, quien llora a su difunta amada . 33 33 Rivers, 119-134. Ambas razones para la ausencia convergen en el deseo monomaníaco de querer poseer al ser querido y la realidad de no poder siquiera verlo. La nostalgia creada por este cruce de anhelo y desesperación ante la realidad que frustra el deseo es muy intensa y adquiere sorprendente madurez retórica en la poesía de Bécquer. El atento lector alcanza comprensión. En la Rima LIII nostalgia hacia la vieja amada ausente desespera al amante; en las Rimas LXXV y LXXI, la sed de amistad en una y el apasionado presentimiento fúnebre en la otra alcanzan validez existencial; y en las XVI y XXVIII el amante fantasmal corteja y enamora. En nuestra explicación del impacto poético de la ausencia física pasamos de la nostalgia a la expresión de un amor filial entre seres humanos; finalmente esta obsesión romántica de querer abarcar la distancia que separa a dos amantes inspira la creación metafórica del fantasma enamorado. En sus etapas de transición entre realidad y ensueño el espíritu humano puede confrontar la pasión cual entidad independiente del mismo ser amado, aunque las ansias del anhelo poseedor emanen del original objeto que engendra pasión. Algo así le sucede al Quijote, amante de aventura, al ver brazos de gigantes que lo atacan cuando en verdad una simple ráfaga de viento mueve las astas de los molinos . 34 Sin el viento no hay movimiento de astas. Lo más importante que debemos notar, tanto en la obra de Cervantes como en la de Bécquer, es que existe algo en la realidad natural que prende la mecha metafórica de la ilusión: el viento en Cervantes, la pasión del deseo en Bécquer. El vidente aguarda. La unión existencial entre la voluntad personal y el objeto externo percibido casi nunca se efectúa a la par; absorbemos impacto de la realidad por medio del llamado perspectivismo cervantino, quizás antecedente estilístico del realismo ideal que atribuye Rodríguez Correa a la obra de su contemporáneo amigo. 35 Ya que en la poesía de Bécquer el tema del espíritu ambulante encierra una visión real, una perspectiva conceptual es adecuada para participar en la experiencia humana del tema. Conste que para comprender la obra de un escritor genial debemos acostumbrarnos a su repertorio de ideas y acceder a las sugerencias que las metáforas evocan. Aceptemos que, según concluye la Rima LXXI, estrecha amistad da validez al presentimiento fúnebre. Según Rodríguez Correa, abunda en la obra de Bécquer “un amor ideal, puro, que no puede morir ni aun con la muerte, que más bien la desea, porque es tranquilo como ella. ” 36 Variados aspectos de esta misteriosa búsqueda espiritual del ausente ser querido convergen En la Rima LXXI de Bécquer, al preciso instante en que se desprende el alma del cuerpo, emprende su despedida el ser corporal; la estrecha amistad se transforma con hechizo encantador en un intenso amor fraternal que avisa a un conocido de la separación física. La fe en la amistad perdura eternamente, aunque no tenga ni siquiera identificación directa momentáneamente a un específico ser querido. El amor humano persiste en otra dimensión; esta experiencia enaltece al lector de las cinco rimas fantasmales. 34 Murillo, 128-131. 35 Mantiene el crítico Aldo Ruffinato, al explorar manifestaciones del perspectivismo cervantino, que “la parodia no exceptúa el concepto de verosimilitud.” Al baciyelmo , por ejemplo, se contraponen otras definiciones híbridas entre verdad-mentira; es una verdadera bacía de barbero la que suple la función de yelmo. Ruffinato 118. 36 Rodríguez Correa 9, 15. © 2022 Global Journals Volume XXII Issue IX Version I 49 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 G Cinco Rimas fantasmales de Gustavo Adolfo Bécquer

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