Global Journal of Human Social Science, G: Linguistics and Education, Volume 23 Issue 3

en el ateneo madrileño, y, en 1925, publicó su primer libro, Los poemas cotidianos . De 1929 a 1939 se reafirmó su compromiso humano y político, según señala Miguel-A. González Sanchís (Aub 1992: 119), y amplíó el círculo de amistades a personalidades tan destacadas como Gerardo Diego, Antonio Machado, Jorge Guillén, Ramón Gaya o Dámaso Alonso. Su adscripción al bando republicano durante la Guerra Civil le llevó al exilio en enero de 1939 y a partir de este momento, delatado en 1940 como comunista, ingresó en los campos de concentración de Marsella, Rolland Garros, Vernet, Niza, Vernet y Djelfa. Este último destino marcó su trayectoria literaria, pues el viaje en barco le inspiró para escribir San Juan y en el campo argelino escribió su poemario Diario de Djelfa . El próximo destino de Max Aub fue México, en donde se estableció desde 1942 con la ayuda de Enrique Díez-Canedo y de Alfonso Reyes, que le ayudó a naturalizarse en 1955. Desde su llegada a México trabajó en el mundo del cine como autor, traductor o director en más de cincuenta guiones cinematográficos, al tiempo que explicaba Teoría y Técnica Cinematográfica, y colaboraba en el Nacional y el Excelsior . En 1946 se reunió con su familia en Cuba y, posteriormente, regresó a México a la que será su casa de siempre en Euclides, 5 del Distrito Federal. Tras su naturalización, viajó por Europa de 1956 a 1958 y a su regreso a México continuó ligado al cine y a la Universidad, en la que dirige la estación de radio de 1960 a 1966, año en el que, en solidaridad con el rector, dimite a causa de las revueltas estudiantiles. En 1966 viajó a Israel enviado por la UNESCO para dar un curso en la Universidad Hebrea y fruto de este viaje es el poemario Imposible Sinaí , escrito siguiendo el procedimiento que ya había empleado para componer Antología Traducida : invención de poetas y de poemas cuyos textos se presentan a modo de antología trasladada de otro idioma. En 1972 visitó España y, a su regreso a México, murió el 22 de julio. La producción literaria de Max Aub es muy extensa y abarca todos los géneros, aunque destaca en novela — Laberinto mágico (verdadero mural de la Guerra Civil Española compuesto por 6 novelas)— y teatro. III. J orge R enales Al estallar la Guerra Civil Española en 1936, Jorge José Renales Fernández se alistó en la base de blindados de venta del Poyo, en Quart de Poblet, donde publicó sus primeros relatos en Héroes de Levante (1938) ⸻ exaltación del soldado de infantería ⸻ y Cinco días del tren blindado (1939) ⸻ sucesos acaecidos en la zona del Maestrazgo castellonense y turolense. Quizá por ello, en la carta en la que se da a conocer a Max Aub, refiriéndose a Campo de sangre (Aub 1945), le dice que “de todo lo suyo que he leído, lo que más me ha gustado han sido las escenas turolenses de su novela” (AMA C 3-32-1). Así que fue en Valencia donde Jorge Campos organizó las colonias escolares y colaboró en La Hora de Valencia, bajo el inocente seudónimo de Tom Sawyer, en la sección “Pum” (Campos 1990: 9). Acabada la guerra fue apresado en el puerto de Alicante y trasladado al campo de Albatera (Martínez- Cachero 1991: 277), hechos que se refieren en su libro póstumo Cuentos sobre Alicante y Albatera (1995) y también en El atentado (1994) donde selecciona los relatos “Campo de los almendros” y “Las naranjas” (Campos 1994: 109-119) procedentes del libro anterior. Tras ser liberado vivió en Valencia, donde digirió sus vivencias para reflejarlas, ya residente en Madrid, en Tiempo pasado (1956). Jorge Campos fue incapacitado para ejercer de maestro (BOE 19-5-1941: 5), y publicó en colaboración con Manuel Heredia Seis mentiras en novela (1940) ya bajo el seudónimo de Jorge Campos. En aquella época trabajó como corrector en Gráficas Bernés y Tipografía Moderna y promovió diversas revistas. Su amigo José Hierro rememora en el colofón del libro Bombas, astros y otras lejanías (Campos 1992: 195-198) aquellos tiempos en los que se llamaban de “don”, junto a José Luis Hidalgo, en la pensión de doña Esperanza. Establecido en Madrid tras acabar sus estudios de Filosofía y Letras, comienza su extensa trayectoria como editor de textos clásicos, se prodiga en las tertulias de la capital y colabora en numerosas revistas. Además, como becario del instituto Gonzalo Fernández de Oviedo, investiga en el estudio de Hispanoamérica, y fruto de ello fue la Antología de la literatura hispanoamericana (1950), que siguió a su Historia de la literatura universal (1946), ambas encargadas por la editorial Pegaso. Más tarde, además de desarrollar una importante labor docente, completó su trayectoria investigadora en ediciones e introducciones y con los estudios Cervantes y el Quijote (1959), Conversaciones con Azorín (1964a), y Teatro y sociedad en España. 1970-1980 (1968). En cuanto a su vertiente creativa reúne sus relatos en libros como El hombre y lo demás (1953), Tiempo pasado (1956), Cuentos en varios tiempos (1971) y Elección de sepultura (1919); y recibió el Premio Nacional de Literatura en 1955 por Tiempo pasado (1956). Señala Luis Muñoz (1996) cómo, después de la muerte de Franco, Jorge Campos decidió convertir sus vivencias como prisionero del Campo de Albatera en relatos, aunque la mayoría no vieron la luz en vida de nuestro autor. El propio Max Aub, en la dedicatoria del ejemplar de Campo de los almendros (Aub 1968) que le envía a Madrid, le recuerda: “que debió haberlo escrito Volume XXIII Issue III Version I 50 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2023 G © 2023 Global Journals Between Djelfa's Diary and Almond Field by Max Aub and Tales from Alicante and Albatera by Jorge Campos

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