Global Journal of Human Social Science, H: Interdisciplinary, Volume 22 Issue 7

dispersos entre millones de aplicaciones ofertadas. El resultado es que las redes sociales hipertrofian ciertos hábitos mediados por la tecnología para ganar dinero (Gartón e Hijós, 2017; Gelfman, 2016). II. S trava, U na C omunidad M undial de D eportistas Aliado inesperado del espionaje militar. Con dichos términos tildaron los medios de comunicación de ámbito internacional a la aplicación deportiva Strava en enero de 2018 ¿Las razones? La APP compartió públicamente la posición de soldados de los EEUU de América que se ejercitaron en sus bases militares de Al- Tanf en Siria y Helmand en Afganistán, con una detallada estructura de los complejos que se podía identificar a través de los recorridos de los deportistas. Todo ello para sacar pecho por el impacto internacional que habían conseguido y que exponía a través de un mapa de puntos calientes con más de mil millones de actividades. Lo desveló el australiano de veinte años Nathan Ruser, quien por entonces estudiaba seguridad internacional en la Universidad Nacional Australiana y trabajaba para el Instituto de Analistas de Conflictos Unidos. También se hizo pública la geolocalización de una patrulla turca en el norte de Manbiy (Siria), el perímetro de la principal base área de Rusia en Siria o la base de la fuerza aérea británica en Mount Pleasant, en las Islas Malvinas. En junio de 2022 el grupo israelí de inteligencia de código abierto FakeReporter volvió a detectar un grave caso de espionaje sobre sus bases militares secretas. Steve Loughran, un investigador de seguridad informático, desveló también en 2018 cómo se podía desbloquear fácilmente el anonimato de los usuarios de Strava, por lo que recomendaba no usar el nombre real, crear áreas privadas y “no esforzarse demasiado” para no aparecer en los rankings de los deportistas más rápidos (Loughan, 2018). “No vendemos datos. Por eso tenemos un equipo dedicado a pensar en todo lo relacionado con la privacidad y la confianza. Queremos que nuestros atletas ejerzan mucho control sobre cómo aparecen sus datos en la experiencia. Cuentan, para ello, unos precisos ajustes de privacidad al detalle que tratamos de hacer fáciles de entender. La privacidad forma parte de la experiencia. Creemos que la relación que tenemos con los 95 millones de personas que se han registrado en Strava se basa en la confianza. Si no pueden confiar en nosotros, no contribuirán aportando sus actividades. Y eso requiere que confíen en que hacemos cosas buenas. Tratamos los datos pensando en la confidencialidad y la privacidad (…) Los datos están seguros con Strava. No los vendemos, a nadie. Estamos construyendo una marca que estará aquí durante el próximo siglo o más allá. Y necesitamos montar un negocio que lo soporte, y está basado en nuestro modelo de suscripción. Ofrecemos una experiencia por la que vale la pena pagar. No vendemos al cliente”, respondió Michael Horvath, cofundador de la popular APP en una entrevista con el periódico español El País en enero de 2022 (Horvath, 2022). En 2016, el ejército estadounidense prohibió, por razones similares de geolocalización, la aplicación de juego Pokémon Go en teléfonos gubernamentales. El hecho es que dichos problemas puntuales de seguridad (casi anecdóticos a pesar de su gravedad) conviven con otros potencialmente más graves como consecuencia del uso de aplicaciones digitales deportivas, caso de la afectación de la salud mental de los usuarios y usuarias. Todo ello como fruto de un inexistente análisis de las consecuencias asociadas al uso masivo, adictivo e indiscriminado de dichas redes sociales, con paralelismos claros con el uso de otras plataformas como Facebook, Instagram o TikTok. Strava resultaría la comunidad mundial más numerosa y, con ello, la aplicación móvil representativa del sector, en el que destacan también otras con miles de seguidores y seguidoras. Es el caso de Garmin Connect, Meet Up, Runtastic, Timpik, MyBestChallenge, Social Sports, Linked2play o Zepp. Aznar, Cáceres, Trujillo y Romero (2019) demostraron que el uso de APPs mejora la actividad física e incide en la disminución del peso corporal (…) En este sentido, las APPs móviles de carácter lúdico (…) llevan asociado un componente motivacional intrínseco. Esto es, una pieza clave para reforzar la actividad física a través del juego, con APPs como Pokémon Go o Zombies Run. Dado que el presente estudio busca vincular el consumo de dichas redes sociales con la afectación de la salud mental de los usuarios y usuarias se centrará en la plataforma que, por su difusión y éxito, mayor capacidad tiene para llegar a un público amplio. Es decir, Strava, que además triunfó tras incorporar la interacción entre los miembros de su comunidad. Strava, la aplicación reina en el mundo, cuenta ya con más de 100 millones de usuarios. Según el portal We Are Social a través de su “Digital 2021 October Global Statshot Report”, publicado en colaboración con Hootsuite, en octubre de 2021 existían unos 4.500 millones de internautas asiduos a las redes sociales, con el liderazgo de Facebook con 2.895 millones, seguido por Youtube con 2.291 y WhatsApp con 2.000. Instagram registraba 1.393 millones, Facebook Messenger 1.300, Weixin/Wechat 1.251 o TikTok 1.000. Representaban en total el 62 % de la población mundial, con un aumento anual de un 9’9 %. Más de dos tercios de la población mundial utiliza móviles inteligentes (We are social, 2021). Strava, comparadas con ellas, sigue siendo una red menor, simplemente, por su gran particularidad al estar vinculada al ejercicio deportivo. Con sede central en San Francisco, Strava (que significa “esfuerzo” en sueco) comenzó a funcionar el Strava, the Aspirational Sport and its Impact on Mental Health Volume XXII Issue VII Version I 18 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 © 2022 Global Journals H

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