Global Journal of Human Social Science, H: Interdisciplinary, Volume 22 Issue 7
18 de agosto de 2009 como una red social principalmente para ciclistas y corredores a través de la puesta en común de los resultados deportivos, captados por GPS. Nació en las cabezas de Michael Horvath y Mark Gainey y el 21 de mayo de 2017 la APP registró la actividad mil millones gracias a la natación de un alemán. Entre sus accionistas se halla el fondo de capital riesgo Sequoia Capital, que antes participó en PayPal, Google o Zoom. La plataforma, que cuenta con más de 300 trabajadores, permite medir todos los parámetros de entrenamiento, caso del recorrido completado, velocidad media, datos concretos por kilómetros, las diferencias de altura o el consumo de energía. Si se aumenta la información aportada a través de tecnología más específica también mide potencia, frecuencia cardiaca o cadencia de pedaleo. Además, se completan registros anuales que sirven para analizar cómputos totales. Evidentemente, todos esos datos pueden ser compartidos con la comunidad en red, incorporando nuevos parámetros de conducta asociados al uso y consumo de redes sociales masivas. Se interactúa a través de Kudos (“Me gusta” en otras plataformas) y de comentarios y se puede competir a través de los segmentos creados a lo largo del mundo y que permiten crear rankings con los más rápidos en dichas etapas. Son los llamados KOM (“King of Mountain”) o QOM (“Reina de la Montaña”). Existe una versión de pago que amplía el estudio de los resultados. Se reforzó en mayo de 2021, aportó nuevas funciones y empezó a cobrar otras anteriormente gratuitas, caso de la vista general de las tablas de posiciones de segmentos o la comparación de los esfuerzos de segmento. A finales de 2020 la facturación de Strava aumentó un 70%, hasta los 100 millones de dólares, siendo rentable por primera vez. Strava sigue aumentando los deportes que pueden ser registrados. Actualmente, aparecen el running, ciclismo, natación, esquí, escalada, musculación, crossfit, patinaje, surf, fútbol, golf, vela, skateboarding y piragüismo. La gran acogida entre la comunidad ciclista (que representaba en 2016 el 54 % de las actividades totales registradas) provocó que la compañía se convirtiese en patrocinador principal del Tour de Francia y el Tour de France Femmes avec Zwift, el gran evento mundial del sector. Se recogerían en la plataforma todos los entresijos individuales de los participantes, por lo que los aficionados cuentan con la posibilidad de entrar en los segmentos y “competir” con sus ídolos. Además, la compañía anunció una inversión de un millón de euros para fomentar la equidad de género y la inclusión en el deporte a través de becas monetarias. El último Informe Anual publicado por la compañía, en la que analiza datos totales a nivel mundial (y también concretos por países), vislumbró que el boom deportivo experimentado por los confinamientos masivos por culpa de la pandemia de la Covid-19 continuaron un año después, en 2021, con un incremento de la expansión de los deportistas que registraban sus actividades a través de la red. Si en 2020 se cargaron 21,5 millones de actividades a la semana, en 2021 se pasó a 37 millones, con un aumento del 38 %, alcanzando los 1.800 millones al año. Los usuarios sumaron 3,8 mil millones de kilómetros, con una distancia media por actividad de 6,2 kilómetros y una duración de 38 minutos y 48 segundos, ligeramente superior de los hombres con respecto a las mujeres. La APP sumó dos millones de seguidores al mes. En dicho periodo se repartieron 9.600 millones de kudos (Strava, 2021). III. L as R edes S ociales D eportivas y la S alud M ental a) Consecuencias negativas del uso de las redes sociales digitales Importantes modificaciones en el comportamiento de la oxitocina, la dopamina, la serotonina, la adrenalina, el cortisol o la testosterona. Es la consecuencia del consumo de las redes sociales digitales, diseñadas para activar premios biológicos y que por lo tanto pueden ayudar también a acrecentar la impresión de felicidad y la sensación subjetiva de placer. Se potencia la capacidad de interacción social, el individualismo o la desinhibición. Sin embargo, también ha quedado constatado el efecto negativo que pueden reportar, dado que cae en picado la capacidad de concentración y a menudo la autoestima. Además, también provoca adicciones que pueden reportar consecuencias negativas, creando una dependencia emocional y psicológica. “Los estudios han demostrado que el flujo constante de retuits, me gusta y acciones de estos sitios han afectado al área de recompensa del cerebro para desencadenar el mismo tipo de reacción química que otras drogas” (Challco Huaytalla, 2016). Autores como Garcés y Ramos (2010) defienden que el uso excesivo de dichas plataformas provocan trastornos psicológicos como ansiedad, pérdida de la concentración, olvidos de las obligaciones, aislamiento físico o adicción, hasta desembocar en falta de control. Una investigación llevada a cabo por Think with Google en 2017 expuso que un 22% de los usuarios cierra la pestaña de una página web si tarda en cargarse más de tres segundos, mientras un 35% si la espera excede los cinco segundos (Google, 2017). Herrera, Pacheco, Palomar y Zavala (2010) llevan mucha más allá sus investigaciones y relacionan el uso de redes sociales con la depresión, la falta de habilidades sociales y la baja autoestima, mostrándose los usuarios indefensos y manteniendo una percepción deteriorada sobre sus relaciones interpersonales. De hecho, diferentes filtraciones publicadas por el periódico The Wall Street Journal en septiembre de 2021 desvelaron que, a nivel interno, Facebook aceptaba que Strava, the Aspirational Sport and its Impact on Mental Health © 2022 Global Journals Volume XXII Issue VII Version I 19 ( ) Global Journal of Human Social Science - Year 2022 H
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