Global Journal of Medical Research, G: Veterinary Science and Veterinary Medicine, Volume 21 Issue 2
Tabla 2: Categoría de los diagnósticos diferenciales Categoría Diagnósticos diferenciales % Vasculares 13 2% Infecciosos/Inflamatorios 222 40% Traumáticos/Tóxicos 20 4% Autoinmunes 54 10% Metabólicos 71 13% Idiopáticos 26 5% Neoplásicos/Neurológicos 104 19% Degenerativos 40 7% Total 550 100% IV. D iscusión de R esultados En este estudio se determinó que el examen ocular es un complemento importante del proceso del examen físico; ya que se reconocieron alteraciones oftalmológicas en el 42% de los pacientes caninos que se presentaron a la consulta general del HVAC. Porcentaje muy diferente al que reportan estudios realizados en clínicas veterinarias generales como el de Manizales, Colombia, en el que se concluyó que de los pacientes atendidos solo al 4.56% se les detecto afección oftalmológica (Muñoz, Ramírez, y Garcés, 2015). Porcentaje muy similar fue reportado por el sistema de vigilancia veterinaria de animales de compañía del Reino Unido con un 4.9%. (The People’s Dispensary for Sick Animals, 2019). Esta diferencia de porcentajes puede atribuirse a que los médicos veterinarios generales tienden a considerar al ojo y sus anexos como estructuras diferentes al resto de los tejidos no oculares. Esto conduce a la omisión del examen oftálmico en pacientes con enfermedades sistémicas generales. Efectivamente, el ojo es un órgano con anatomía y fisiología muy similar a las de otros órganos y tejidos, pero se requiere de un entrenamiento y equipo especial para su exploración (Ettinger y Feldman, 2017). Mitchell (2011), también afirma que los exámenes oculares requieren equipo básico, buena observación clínica, mucha práctica y que además es importante que los clínicos estén familiarizados con la anatomía y fisiología normal del ojo, para que se puedan reconocer las anomalías y apreciar la importancia de las alteraciones oculares. Otro hallazgo importante es que el 40% de los diagnósticos diferenciales establecidos para las patologías sistémicas de los caninos con signos y lesiones oculares fueron de tipo infeccioso-inflamatorio. Datos similares fueron encontrados en un estudio prospectivo de enfermedades oculares y perioculares en animales en Minas, Brasil, donde por medio de necropsia y examen a otros órganos, se concluyó que numerosos animales que presentaron lesiones oculares tenían enfermedades sistémicas de tipo infeccioso- Year 2021 Global Journal of Medical Research Volume XXI Issue II Version I ( D ) G © 2021 Global Journals 3 Aproximación Diagnóstica De Las Enfermedades Sistémicas De Los Pacientes Con Signos Y Lesiones Oculares Atendidos En La Consulta Externa Del Hospital Veterinario De Animales De Compañía De Launiversidad De San Carlos De Guatemala inflamatorio (Moreira, Neto, Langohr, y Ecco, 2018). Un dato importante que hay que considerar en este grupo es que las enfermedades de tipo infeccioso, como en el caso del distemper canino, los signos oculares son las primeras manifestaciones de la enfermedad sistémica, presentándose lesiones fáciles de identificar como conjuntivitis aguda de leve a grave, bilateral, serosa a mucopurulenta y principalmente con afectación de la conjuntiva palpebral. Cuando la enfermedad ha avanzado causando trombocitopenia y vasculitis, los signos oculares son más complejos e incluyen uveítis hemorrágica, hifema y hemorragias retinianas que provocan desprendimiento de retina y neuritis óptica (Aroch, Ofri, y Sutton, 2008). Y aunque en este grupo de pacientes la etiología de lesiones oculares secundarias a procesos infecciosos-inflamatorios puede ser diversa, Massa, Gilger, Miller y Davidson (2002), demostraron que el 17.6% de la inflamación del tracto uveal es debida a causas infecciosas siendo el agente causal más común en perros la Ehrlichia canis. La uveítis no es solo un signo ocular importante en perros infectados con E. canis, pues se reportan, además, casos de desprendimiento de retina, conjuntivitis, petequias y equimosis en iris, edema de córnea, glaucoma secundario, neuritis óptica, hifema y hemorragias (Trujillo D., Quijano J., Padilla B. y Sánchez M., 2019). El segundo grupo de diagnósticos diferenciales de enfermedades sistémicas con signos y lesiones oculares más frecuente con el 19% es de tipo neoplásico – nervioso. Este resultado es porque los pacientes con neoplasias sistémicas pueden cursar con procesos oculares inflamatorios secundarios o debido a metástasis intraoculares como documentan Conceicão, Ribeiro, Piso, y Laus, (2010), quienes indican que el linfoma en perros es la metástasis intraocular más común presentándose en el 37% y se manifiesta como anomalías en el segmento anterior, uveítis moderada a grave, hemorragias, hipopión, infiltración corneal, desprendimiento de retina y hemorragias retinianas. También los adenocarcinomas de tejido mamario, tiroides, hígado, páncreas y útero
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