Global Journal of Medical Research, G: Veterinary Science and Veterinary Medicine, Volume 21 Issue 2
elección de la más adecuada para cada caso depende principalmente del estado de la musculatura del periné (tamaño y localización del anillo, mayor o menor grado de atrofia muscular); el tipo de contenido herniario (intestino, vejiga); la experiencia del cirujano con cada una de las técnicas. Entre las técnicas quirúrgicas indicadas para la resolución de la hernia perineal se encuentran: herniorrafia simple, elevación o transposición del músculo obturador interno, transposición del músculo glúteo superficial, transposición del músculo semitendinoso, colocación de prótesis tipo malla, cistopexia, deferentopexia, colopexia (Rodríguez et al., 2005; Ettinger, 2007). La recurrencia de la herniación perineal canina luego de la herniorrafia tradicional puede alcanzar hasta el (46%). Se comunicaron tasas de recurrencia de apenas 5% para la técnica de herniorrafia con transposición del musculo obturador interno. Cuando la técnica falla o se considera con escasas posibilidades de éxito, se recomienda optar por algunas de las siguientes metodologías: transposición del músculo semitendinoso para la reconstrucción perineal o colopexia o cistopexia mediante fijación del conducto deferente para prevenir la herniación de estructuras importantes. La transposición del músculo semitendinoso es de particular utilidad para las reconstrucciones en las cuales la zona ventral del perineo está muy afectada, como es el caso de algunas hernias perineales bilaterales. Para la herniación perineal unilateral, el músculo semitendinoso contralateral se recomienda para la reconstrucción del diafragma pélvico (Bojrab, 2000, Moller, 2015). La presente investigación tuvo como Objetivo General determinar la evolución clínica de un caso de hernia perineal unilateral en un canino resuelto por medio de la técnica de transposición del musculo semitendinoso. II. M ateriales y M etodos Para el estudio de caso se utilizó un animal de la especie canina, con diagnóstico clínico de hernia perineal con hiperplasia prostática, de raza mestiza, peso de 4,3 kg, 11 años de edad, de sexo macho entero, de 6 meses de evolución, y según lo manifestado por el propietario, el paciente reportaba aparte del abultamiento; tenesmo y estreñimiento. Durante el examen clínico, la palpación indicó la presencia de un abultamiento indoloro reducible, sin aumento de temperatura local, y fue realizada una palpación rectal con el dedo índice provisto de un guante de procedimiento lubricado con vaselina, no detectándose saculaciones ni materia fecal impactada, obteniéndose el diagnóstico presuntivo de hernia perineal. Para detectar alteraciones relacionadas con la próstata (prostatomegalia: Hiperplasia Prostática), se solicitó una ecografía, cuyo resultado reportó una próstata de tamaño aumentado (1,8 cm de diametro), localización abdominal, parénquima heterogéneo, bordes irregulares, con zonas anecoicas en su interior, dando el diagnóstico imagenológico de hiperplasia prostática (próstata de tamaño aumentado) y hernia perineal con contenido intestinal. Realizados los estudios pre quirúrgicos de rutina, y los exámenes complementarios, se procedió a la programación del procedimiento quirúrgico en forma rutinaria. El día de la cirugía, el campo operatorio fue adecuadamente preparado y el paciente fue colocado inicialmente en decúbito dorsal para proceder a la orquiectomía pre escrotal de rutina a testículo y cordón cubierto, previo embrocado con solución de clorhexidina al 0,5 %, mediante aspersión, para el tratamiento de la patología prostática. Finalizada la orquiectomía, se posicionó al paciente en decúbito esternal, con los miembros posteriores suspendidos, se preparó el campo de la manera ya descrita, colocando los paños de campo correspondientes y realizando una sutura en jareta del ano. Con el perro en la posición perineal, se realizó una incisión cutánea en la piel perineal desde la base del rabo hasta el rafe medio en ventral, similar a la reparación tradicional y con la trasposición del musculo obturador interno y se la continuó a través de la línea media hacia la tuberosidad isquiática, donde se curvó y dirigió distalmente sobre la zona caudal del miembro pélvico finalizando en el área caudo medial de la transición entre la rodilla y caña de la pierna. Los contenidos herniarios se expusieron y redujeron, como en otras técnicas de herniorrafía, antes de aislar el musculo semitendinoso. Los tejidos subcutáneos sobre el musculo semitendinoso se seccionaron para su exposición. El musculo semitendinoso se aíslo en forma roma desde las estructuras circundantes, con la cautela de no lesionar el pedículo vascular proximal (arteria y vena glúteas caudales) (Figura 1) Year 2021 Global Journal of Medical Research Volume XXI Issue II Version I ( D ) G © 2021 Global Journals 16 Clinical Evolution of a Case of Perineal Hernia in a Canine Resolved through the Technique of the Transposition of the Semitendinous Muscle
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